Ana Cristina Gomez Echeverri
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Llego al servicio a la hora programada que fue 3pm, doy la indicaciones de como quiero que quede mi perro , muestro fotos de referencia , indico que quiero que le corten de largo la mitad, la persona que lo recibe indica que lo puede realizar, me siento a esperar.
Pasados 10 minutos la persona me indica que el servicio tendrá un costo mayor por que el pelo de mi perro esta muy enredado, a lo cual yo acepto sin ningún problema.
Luego veo que ella empieza a pasarle maquina por algunas zona del pelo, sin antes haberlo desenredado, por lo cual la maquina no pasaba de manera uniforme… pensé que hacia parte del proceso. Luego preceden a bañar y posterior a esto a desenredarlo entre tres personas.
Para este momento mi perro ya esta trasquilado, yo solo confiaba en el proceso.
A las 5pm, estando yo aun en la sede, me llega el siguiente mensaje a Whatsapp.
“El día de hoy no va a ser posible terminar con el desenredo y corte del perrito. El horario es hasta las 5pm. Entonces si nos hubieras avisado que el perrito venía muy enredadito y era para desenredar todo sin bajarle el pelito no lo hubiéramos puesto para las 3pm ya que no daba el tiempo.
Podemos hacerlo en dos sesiones. La de hoy, y otra ya para el lunes 8am es el horario más próximo disponible”
A lo cual no acepto, por que no han terminado el servicio.
Si a mi me hubieran informado que el servicio no se podía prestar de manera completa, no lo habría aceptado o lo hubiera reprogramado para otro horario en el que lo lograran hacer completo. La persona que me esta atendiendo me indica que es culpa mia por no informar que mi perro estaba enredado a lo que yo le respondo, que yo no conozco cuanto tiempo se toman en desenredar a un perro , que es ella la conoce su trabajo y el tiempo que le toma hacerlo.
Finalmente me cobran el servicio, sin haber terminado ni de desenredar, ni motilar mi perro.
Por lo cual me toca llevármelo así, con un mal servicio y con su pelo totalmente arruinado, generando daños emocionales.
Anexo fotos